El colapso del régimen de Bashar Assad en Siria marca la culminación de una rebelión de casi 14 años y un momento clave en una guerra civil que mató a cientos de miles de personas, desplazó a la mitad de la población y atrajo a potencias extranjeras.
Así se desarrolló:
2011 – Las primeras protestas contra Assad se extendieron rápidamente por todo el país y fueron respondidas por las fuerzas de seguridad con una ola de arrestos y tiroteos.
Algunos manifestantes toman armas y unidades militares desertan mientras el levantamiento se convierte en una revuelta armada que ganará apoyo de países occidentales y árabes y de Turquía.
2012 – Un atentado con bomba en Damasco es el primero del nuevo afiliado sirio de Al Qaeda, el Frente Nusra, que gana poder y comienza a aplastar a grupos con una ideología nacionalista.
Las potencias mundiales se reúnen en Ginebra y acuerdan la necesidad de una transición política, pero sus divisiones sobre cómo lograrla frustrarán años de esfuerzos de paz patrocinados por la ONU.
Assad dirige su fuerza aérea contra los bastiones de la oposición, mientras los rebeldes ganan terreno y la guerra se intensifica con masacres en ambos bandos.
2013 – El Hezbolá del Líbano ayuda a Assad a obtener la victoria en Qusayr, deteniendo el impulso rebelde y mostrando el creciente papel del grupo respaldado por Irán en el conflicto.
Washington ha declarado que el uso de armas químicas es una línea roja, pero un ataque con gas en Ghouta oriental, en poder de los rebeldes, cerca de Damasco, mata a decenas de civiles sin desencadenar una respuesta militar estadounidense.
2014 – El grupo Estado Islámico toma repentinamente Raqqa en el noreste y se extiende por más territorio en Siria e Irak.
Los rebeldes en la Ciudad Vieja de Homs se rinden y aceptan mudarse a un suburbio exterior: su primera gran derrota en una zona urbana importante y un precursor de futuros acuerdos de «evacuación».
Washington construye una coalición contra el Estado Islámico y comienza ataques aéreos, ayudando a las fuerzas kurdas a cambiar el rumbo de la yihad, pero creando fricciones con su aliado Turquía.
2015 – Con una mejor cooperación y más armas del exterior, los grupos rebeldes ganan más terreno y toman el noroeste de Idlib, pero los militantes islamistas están asumiendo un papel más importante.
Rusia se suma a la guerra del lado de Assad con ataques aéreos que hacen que el conflicto se vuelva en contra de los rebeldes durante años.
2016 – Alarmada por los avances kurdos en la frontera, Turquía lanza una incursión con rebeldes aliados, creando una nueva zona de control turco.
El ejército sirio y sus aliados derrotan a los rebeldes en Alepo, lo que en su momento se consideró la mayor victoria de Asad en la guerra.
El Frente Nusra se separa de Al Qaeda y comienza a intentar presentarse de forma moderada, adoptando una serie de nuevos nombres y finalmente adoptando el nombre de Hayat Tahrir al-Sham (HTS).
2017 – Israel reconoce los ataques aéreos contra Hezbolá en Siria, con el objetivo de debilitar la creciente fuerza de Irán y sus aliados.
Las fuerzas lideradas por los kurdos y respaldadas por Estados Unidos derrotan al Estado Islámico en Raqqa. Esa ofensiva, y otra rival del ejército sirio, expulsan al grupo yihadista de casi todo su territorio.
2018 – El ejército sirio recupera Ghouta oriental, antes de retomar rápidamente los otros enclaves insurgentes en el centro de Siria y luego el bastión rebelde de Deraa, en el sur.
2019 – El Estado Islámico pierde su último trozo de territorio en Siria. Estados Unidos decide mantener algunas tropas en el país para evitar ataques a sus aliados kurdos.
2020 – Rusia respalda una ofensiva gubernamental que termina con un alto el fuego con Turquía que congela la mayoría de las líneas del frente. Assad controla la mayor parte del territorio y todas las ciudades principales, y parece profundamente atrincherado. Los rebeldes controlan el noroeste. Una fuerza respaldada por Turquía controla una franja fronteriza. Las fuerzas lideradas por los kurdos controlan el noreste.
2023 – El ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre desencadena combates entre Israel y Hezbolá en el Líbano, que finalmente reducen la presencia del grupo en Siria y debilitan fatalmente a Assad.
2024 – Los rebeldes lanzan un nuevo asalto a Alepo. Con los aliados de Assad concentrados en otras áreas, su ejército colapsa rápidamente. Ocho días después de la caída de Alepo, los rebeldes han tomado la mayoría de las ciudades principales y han entrado en Damasco, expulsando a Assad del poder.