Por supuesto el mercado de las criptomonedas es ya un mercado inmerso en la actividad BURSATIL y está lejos de ser un medio de pago o transacción ampliamente aceptado en el mundo, además de no tener un respaldo en un material físico como por ejemplo el oro o el petróleo. Si bien para muchos es un medio LIBRE de intercambio sin que ningún país o entidad lo controle o se adjudique su pertenencia, lo cierto es que, al momento las criptomonedas son usadas para operaciones bursátiles que luego serán cambiadas a dinero, por ello es importante indicar que las criptomonedas NO SON DINERO.
Participar en la actividad bursátil puede ser lucrativo, pero también conlleva riesgos significativos. Aquí referimos algunos de los riesgos más comunes:
Riesgo de mercado: El valor de las inversiones puede fluctuar debido a cambios en el mercado. Factores como la economía global, eventos geopolíticos o cambios en las tasas de interés pueden afectar los precios de las acciones y otros instrumentos financieros.
Riesgo de crédito: Existe la posibilidad de que una empresa emisora de bonos no pueda pagar los intereses o el principal, afectando el rendimiento de tu inversión.
Riesgo de liquidez: En algunos casos, puede ser difícil vender una inversión sin reducir significativamente su precio. Esto ocurre con mayor frecuencia en mercados menos líquidos o con activos menos negociados.
Riesgo de inflación: La inflación puede erosionar el poder adquisitivo de tus rendimientos, especialmente si la tasa de inflación supera el rendimiento de tu inversión.
Riesgo específico de la empresa: Factores internos como la mala gestión, problemas financieros, o escándalos pueden afectar negativamente el valor de las acciones de una empresa en particular.
Riesgo de tipo de cambio: Para inversiones en mercados internacionales, las fluctuaciones en las tasas de cambio pueden afectar el rendimiento. Es importante diversificar tus inversiones y mantenerte informado para mitigar estos riesgos