El presupuesto general del estado refleja un gasto público elevado tanto en salarios como en el pago de servicios. Además, se observa un excesivo gasto en programas sociales que no han demostrado ser efectivos y en ministerios del gobierno que parecen no tener una razón de ser clara. Este tipo de gasto puede llevar a un uso ineficiente de los recursos públicos y a una carga financiera insostenible tal como lo refleja la crisis actual.
En el presupuesto general del estado, un porcentaje significativo de los recursos se destina a salarios y sueldos. Ya en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2022, se asignaron Bs45.235 millones para sueldos y salarios. De esta cantidad, Bs19.489 millones se destinaron a las remuneraciones del Magisterio Fiscal, personal médico y administrativo que atienden los hospitales de primer, segundo y tercer nivel, este hecho se va agravando desde entonces.
Esto refleja la importancia de compensar adecuadamente a los empleados públicos que desempeñan funciones cruciales en sectores como la educación y la salud. Sin embargo, también es esencial evaluar la eficiencia y efectividad de estos gastos para asegurar que se utilicen de manera óptima y que se logren los objetivos deseados.
En Bolivia, el presupuesto de los ministerios varía según las prioridades del gobierno. Según el Proyecto de Presupuesto General del Estado (PGE) 2024, cuatro ministerios concentran el 58% del presupuesto total, que asciende a Bs 13.212 millones. Estos ministerios son: El Ministerio de Gobierno, el Ministerio de Defensa, el Ministerio de la Presidencia y el Ministerio de Minería.
Estos ministerios reciben una mayor parte del presupuesto, pero cuyas funciones no están acorde a la gestión que realizan, cebe indicar que la mayor partida de gasto en estos ministerios es la sueldos y salarios.
El Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia ha visto un incremento significativo en su presupuesto a lo largo de los años. En 2005, el presupuesto para salud era de Bs2.522 millones, y para 2021, este se incrementó a Bs22.216 millones, más de diez veces la cantidad inicial. Este aumento podría destinarse de mejor manera incentivando la demanda, es decir que este dinero pase directamente al contribuyente para los gastos en medicina.
Para financiar el déficit del PGE se tendrá que recurrir al préstamo nacional (generando mas inflación) o al préstamo internacional aumentando el porcentaje del PIB para el pago de deuda.
