Bloqueos, marchas y denuncias de varios sectores están perjudicando aún mas a la población. Tras el anuncio de una denuncia de estupro agravado y trata y tráfico de menores a Evo Morales, se desató una lucha de poderes en varios grupos que tratan de usar la situación mediática como plataforma política.
Los bloqueos de simpatizantes de Morales comenzaron el 14 de octubre. Los manifestantes protestan en contra de las investigaciones judiciales hacia el exmandatario por un supuesto caso de trata y tráfico de personas. Morales niega haber cometido algún delito y dice que las indagatorias en su contra son parte de una persecución política del presidente Arce. Las autoridades afines a Morales indican por su parte que es un plan para remover a su candidato de las contiendas electorales. Todo tipo de argumentos y ardides se usan para justificar la posición de Morales, lo último fue un supuesto atentado contra su vida en el que indica hubo disparos con arma de fuego al vehículo donde estaba Evo Morales.
Por el lado del gobierno se indican que Al menos 14 policías resultaron heridos y 44 manifestantes detenidos hasta el 25 de octubre en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los seguidores Morales, durante un operativo para levantar los bloqueos de carreteras que mantienen en el centro del país. Un agente perdió «una parte de la pierna izquierda», luego de ser alcanzado por un elemento explosivo, cuando intentaba de despejar la carretera.
Por su parte los sectores de opositores no quieren desperdiciar lo mediático de los eventos y tratan de lograr que el foco de atención se vuelque a ellos con algún tipo de actuación tal como lo hizo el rector de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM) de Santa Cruz, Vicente Cuéllar, el cual presentó una denuncia formal contra Morales por los delitos de terrorismo, asociación delictuosa y alzamiento armado. En las redes sociales exautoridades y políticos conocidos expresan todos los días algún tipo de comentario acerca de lo acontecido con el fin de ganar un poco de visibilidad política.
Mientras todo esto ocurre la crisis se va agudizando, ya no es solo la falta de dólares, la inflación o el combustible, sino el agotamiento del modelo económico que conlleva un aumento de en la tasa de desempleo, una reducción del ingreso promedio en Bolivia y por supuesto el cierre y baja de muchos negocios tanto grandes como pequeños, esta crisis se puede agudizar sino se hacen cambios drásticos en el modelo económico.
